Posterior a una recaudación pública y de numerosas limosnas, se pudo hacer
la iglesia, dotando al convento de una considerable librería. Asimismo, fue
posible contratar al pintor Francisco Albán para que ornase los muros con imágenes
de la vida de San Pedro Nolasco.
El templo que data del siglo XVII es un sitio donde arcos de ladrillo y
decorados con murales y retablos. Raúl Almeida, de la Agencia Metropolitana de
Noticias, detalla la historia de esta edificación patrimonial ubicada en un
popular barrio del Centro Histórico.
Monseñor Ricardo Chamorro, de la orden de Los Mercedarios, indicó que en
el sector El Tejar funcionaba en el siglo XVII las fábricas de ladrillos. Allí
cientos de indígenas fabricaban tejas y ladrillos que se utilizaban para
levantar el templo y el convento de La Merced.
Luego, el fraile Francisco de Jesús Bolaños llegó hasta el sitio donde
hoy se encuentra la capilla de San José y dio inicio a la construcción de esta
singular capilla, el convento para los frailes, la hospedería de La Ermita y
posteriormente el cementerio de El Tejar.
Con la expulsión de los jesuitas, Francisco de Jesús Bolaños convirtió a
este sitio en un centro de reflexión para religiosos de varias congregaciones,
historiadores y filósofos. Se dice también que en un tiempo la Curia de Quito
les quitó este convento y los frailes negociaron su devolución con un copón de
oro.
La intervención del templo contempló la rehabilitación integral de la
cubierta y pisos de la capilla, consolidación de las cabezas de muro,
recuperación de los muros de adobe, pintura mural, pintura de caballete,
escultura y maderas de los retablos.
Se instaló la cubierta provisional, desentejado de la nave principal,
limpieza de las tejas y su impermeabilización, desinfección de crujías,
preservación de la estructura de cubierta y anclaje de las cerchas.
La capilla de San José es muy
importante para los quiteños y quiteñas no solo por sus belleza arquitectónica
sino porque en la cripta interior de la Capilla de San José descansan los
restos de Eugenio de Santacruz y Espejo, precursor de la Independencia y uno de
los más ilustres quiteños que destacó en el campo del periodismo, la abogacía y
la medicina. Fue bibliotecario.
Espejo murió el 26 de diciembre de 1795 a los 48 años de edad, y en su
testamento dejó escrita su voluntad de que el momento que fallezca sus restos
sean enterrados en el cementerio de El Tejar.
VER VIDEO: "RECOLETA DEL TEJAR"
HORARIO DE ATENCION:
Martes-Viernes de 10:18:00
PRECIO DE LA ENTRADA:
Adultos: $ 1.00
Niños: 0.50
DIRECCIÓN: El Placer y Baños
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